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Luis Miguel Villar Angulo

Educación Universitaria para el Desarrollo Sostenible, un discurso con disonantes percepciones

Educación Universitaria para el Desarrollo Sostenible, un discurso con disonantes percepciones.

Río Urola

La universidad es una institución de educación superior signataria de declaraciones pomposas sobre el desarrollo ambiental sostenible sin alcanzar progresos genuinos en el desarrollo educativo sostenible. La sostenibilidad social, ambiental, económica, de seguridad y de la salud es una responsabilidad larga que se desarrolla entre barreras que la obstaculizan. En fin, la sostenibilidad universitaria por ser un callejón larguísimo de conceptualizaciones divergentes y conflictivas en lo social, económico y ambiental parece una calle brumosa habitada por inquilinos con alteradas percepciones que no atinan a la hora de ponerla en funcionamiento.

Decisiones universitarias sostenibles

La falta de un liderazgo administrativo potente enclaustra las declaraciones sobre sostenibilidad y las estanca en los negociados de toda la casa universitaria atiborrando los cuartos de viejos papeles inservibles. Los procesos de cambio relativos a la sostenibilidad son complejos y requieren, paralelamente a las páginas firmadas de compromisos rectorales, acuerdos estratégicos de los que posteriormente se sientan responsables las juntas de gobierno universitarias. Las decisiones universitarias sostenibles deberían abarcar programas académicos, proyectos de investigación, prácticas operativas, y otros servicios e interacciones con la comunidad más allá del aumento de la eficacia energética para algunas infraestructuras del campus universitario.

La amplia retórica de la sostenibilidad no se ha traducido en el diseño, ejecución e implantación de proyectos pilotos. El incumplimiento de los compromisos con una educación universitaria para el desarrollo sostenible se ha notado, además, en la falta de recursos financieros dedicados a implantar iniciativas sostenibles o en la ausencia de consultas a los estudiantes sobre sus opiniones acerca de la sostenibilidad.

Barreras a la sostenibilidad universitaria

Las barreras existentes en el largo corredor de la sostenibilidad son como los días cortos de invierno que oscurecen la visión de este concepto antes de que uno acabe de comer. Las actitudes sombrías hacia la sostenibilidad de muchos usuarios del campus, los recursos limitados del personal dedicado a esta cuestión más allá de algunos departamentos de ciencias, que manifiestan una escasa cohesión intra-universitaria, y el débil liderazgo universitario para mantener la política de la sostenibilidad son barreras que obstaculizan el desarrollo de esta idea. Además, los gobiernos central y autonómico desparraman declaraciones sobre la sostenibilidad cuyo progreso interrumpen en la elaboración de los presupuestos.

Aproximación total a la sostenibilidad universitaria

Las universidades pasan de ser instituciones sostenibles a ser entidades débilmente sostenidas. Y cuando declaran la sostenibilidad acotan muchas veces el concepto para referirse a una educación sostenible compartamentalizada en cursos de distintas titulaciones. Frente a esa visión alicorta, de escasas aspiraciones, algunas universidades canadienses, por ejemplo, aspiran y abrazan un modelo comprensivo que aglutina el currículo, la investigación y las operaciones de los campus conducentes a una sostenibilidad institucional. El currículo como eje del aprendizaje estudiantil debe transitar de puntillas por las grandes abstracciones y apoyarse en aquellos acontecimientos tangibles que rodean la vida cotidiana de las personas.

El aprendizaje ecológico proviene de actos de reflexión que influyen en la conducta de los estudiantes cuando han tenido oportunidades de implicarse en acciones ambientales, como la conservación del agua, la biodiversidad, el transporte, la gestión de la basura, el reciclado o, en fin, la atención a la biodiversidad. La aproximación total sugerida no olvida la ejecución de proyectos de investigación con y sobre la participación estudiantil en la creación de sus propias huellas ecológicas mediante auditorías que reflejen el grado de impartición de aprendizajes en el currículo de las titulaciones, y la creación de unidades que doten de presupuesto la gestión y el mantenimiento de la sostenibilidad.

Medidas de sostenibilidad

Algunas universidades – de nuevo, me estoy refiriendo a instituciones canadienses de educación superior – refieren su grado de sostenibilidad proponiendo categorías e indicadores que constituyen la base para el establecimiento de un sistema analítico de contenidos de sostenibilidad. Entre las categorías, los porcentajes mayores de consenso entre las propuestas por las universidades muestreadas se referían a los edificios verdes y sus adquisiciones, el rendimiento ambiental y el perfil de la organización y del gobierno – hasta un 50% -. Por debajo de ese porcentaje, el plan de estudios y enseñanza alcanzó, igualado con la investigación, un 25%, mientras que los problemas de la sociedad fueron la última categoría con un 11%. Esta diversidad temática manifiesta una falta de entendimiento sobre los asuntos que merecían entrar en el debate de la sostenibilidad. Al tiempo, los indicadores comúnmente revelados fueron “emisiones, efluentes, desechos, energía, papel reciclado, edificios verdes, espacios verdes, transporte y agua” (Fonseca, Macdonald, Dandy, y Valenti, 2011, p. 30). De nuevo, la Educación Universitaria para el Desarrollo Sostenible en el currículo y la investigación parecía un concepto esquivo.

Mientras la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su Resolución 70/1 Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (septiembre de 2015), estableció un plan de acción para la transformación de nuestra visión de la gente, el planeta y la prosperidad con el que pretendía erradicar la pobreza como el desafío más importante a nivel mundial, y que las 17 metas y los 169 objetivos de la Agenda fueran objeto de seguimiento utilizando un conjunto de indicadores mundiales.

Percepciones de estudiantes sobre sostenibilidad

Los estudiantes piensan en la universidad como el modelo que anima a la comunidad a comprender el desarrollo sostenible. Un concepto que para muchos es demasiado abstracto y teórico y que muchas personas resumen como una integración del ambiente con las preocupaciones sociales y económicas en la toma de decisiones. Si bien otros lo sintetizan como una posición conservacionista para mejorar las bases de los recursos o la conservación de la diversidad de las especies. Esa defensa de la biodiversidad la observamos en las manifestaciones de la juventud combinada con otros conceptos como la igualdad entre las generaciones actuales. Sin embargo, muchos ciudadanos perciben que los estudiantes mantienen disonancias entre sus percepciones severas de la sostenibilidad y sus conductas blandas que los determinan. Muchos estudiantes opinan que la sociedad debería cambiar radicalmente el estilo de vida para evitar el daño que produce el cambio climático. Sin embargo, sus conductas personales por las que abogan caen dentro del paraguas verde de un consumidor de baja intensidad (por ejemplo, ahorro en el consumo de agua, reciclado de residuos o movilidad en el transporte). Los sentimientos de los estudiantes están mezclados; por una parte, delatan pesimismo hacia el futuro de la sociedad y por la otra, son optimistas porque repiten consignas ecologistas sin que penetren en sus mundos profesionales. La acumulación de conocimiento de sostenibilidad no es suficiente si no deviene este conocimiento en acciones críticas sobre el futuro deseado.

Competencias estudiantiles de sostenibilidad

Las competencias estudiantiles demandadas por las empresas son importantes para el desarrollo de la sostenibilidad. Así, el conocimiento y la comprensión de la justicia social y la igualdad, o el desarrollo sostenible. Igualmente, las destrezas de pensamiento crítico, la comunicación, el respeto a las personas y a las cosas o la reflexión y el aprendizaje permanente. Finalmente, los valores y actitudes, como el compromiso con la justicia social y la igualdad o la defensa de los principios sociales y ambientales.

La cuestión que ahora planteamos es cómo introducir en el currículo de las distintas titulaciones la educación sostenible de forma que aparezca alguna de las manifestaciones de sostenibilidad (ecológica, económica, social o una combinación de estas). Quizás la propuesta de infundir el concepto de diversidad en las ciencias y en las disciplinas profesionales pueda ser el principio de apertura a una Educación para la Sostenibilidad.

Luis Miguel Villar Angulo

Vista de Ibiza

Fonseca, A., & Macdonald, A., Dandy, E., & Valenti, P. (2011)

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2 comentarios en «Educación Universitaria para el Desarrollo Sostenible, un discurso con disonantes percepciones»

  1. ARIADNA RODRIGUEZ LUIS

    Después de leer detenidamente este artículo en llegado a una conclusión sobre este. La finalidad de la sostenibilidad universitaria busca equilibrar el desarrollo académico con la responsabilidad social y ambiental, reconociendo que las universidad tienen un impacto significativo en la sociedad y en el entorno en el que operan. Algunos aspectos claves de la sostenibilidad universitaria incluyen:
    – Medio ambiente: las universidades deberían esforzarse más para reducir su huella ecológica, implementando prácticas sostenibles en áreas como la gestión de residuos, el transporte, la conservación de recursos naturales y muchos otros.
    – Responsabilidad social: las universidades tienen responsabilidad de contribuir al desarrollo social y económico. Esto implica promover la diversidad, la inclusión y la igualdad de oportunidades, así como fomentar la participación cívica y el compromiso.
    – Educación para la sostenibilidad: estos centros de educación desempeñan un papel fundamental en la formación de profesionales capacitados para abordar los desafíos sociales y ambientales. Lo que busca esta educación es integrar conceptos, conocimientos y prácticas sostenibles en todos los campos académicos.
    – Gobernanza y gestión: la sostenibilidad requiere un enfoque estratégico y una integración efectiva en todas las áreas de las universidades. Esto lo que implicaría es establecer políticas y prácticas de gestión que fomenten la sostenibilidad, así como la colaboración y la participación de toda la comunidad universitaria en la toma de decisiones.

    En resumen, creo firmemente de la finalidad de la sostenibilidad universitaria es transformar las instituciones académicas en modelos de buenas prácticas sostenibles, que no solo se centren en la formación de los estudiantes, sino que también sean agentes de cambio en la sociedad, promoviendo la protección del medio ambiente y viabilidad económica.

  2. ARIADNA RODRIGUEZ LUIS

    La sostenibilidad universitaria busca equilibrar el desarrollo académico con la responsabilidad social y ambiental, reconociendo que las universidades tienen un impacto significativo en la sociedad y en el entorno en el que operan.

    Algunos aspectos clave de la sostenibilidad universitaria incluyen:
    – Medio ambiente: Las universidades se esfuerzan por reducir su huella ecológica, implementando prácticas sostenibles en áreas como la gestión de residuos, la eficiencia energética, el transporte, la conservación de recursos naturales y la mitigación del cambio climático. También pueden promover la investigación y la educación en temas ambientales.
    – Responsabilidad social: Las universidades tienen la responsabilidad de contribuir al desarrollo social y económico de sus comunidades. Esto implica promover la diversidad, la inclusión y la igualdad de oportunidades, así como fomentar la participación cívica y el compromiso con la comunidad local.
    – Educación para la sostenibilidad: Las universidades desempeñan un papel fundamental en la formación de profesionales capacitados para abordar los desafíos sociales y ambientales. La educación para la sostenibilidad busca integrar conceptos, conocimientos y prácticas sostenibles en todos los campos académicos, preparando a los estudiantes para ser agentes de cambio en sus futuras carreras.
    – Gobernanza y gestión: La sostenibilidad requiere un enfoque estratégico y una integración efectiva en todas las áreas de la universidad. Esto implica establecer políticas y prácticas de gestión que fomenten la sostenibilidad, así como la colaboración y la participación de toda la comunidad universitaria en la toma de decisiones.

    En resumen, la finalidad de la sostenibilidad universitaria es transformar las instituciones académicas en modelos de buenas prácticas sostenibles, que no solo se centren en la formación de estudiantes, sino que también sean agentes de cambio en la sociedad, promoviendo la protección del medio ambiente y la viabilidad económica

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Luis Miguel Villar Angulo